miércoles, octubre 18, 2006

Goteando

Vuelvo a estar solo
y escucho nuevamente el conocido silencio
y la canilla goteando
como afirmando que el mundo no se ha detenido
y que mi pensamiento transcurre en un tiempo, un espacio.
Mi pensamiento: Extraña fuerza que se mueve
sin destino aparente
como empujada por lo real y lo irreal,
que se combinan en cada devenir.
Pero más que eso,
porque se entrecruza con mi sentir.
Mi sentir: Indefinible suma de sensaciones
que me abarcan y se me escurren entre los dedos.
A veces cubren el espacio que me rodea más allá de la vista
y otras veces se vuelven insignificantes golpes en el fondo de mi ser,
en los vastos paramos de mi alma.
Mientras escribo, la canilla sigue goteando
y sospecho que ya no se detendrá,
al igual que este innavegable mundo,
que sólo regala fríos silencios
y algún que otro viejo eco.