domingo, marzo 26, 2006

Insolente

La carcajada me salpico el rostro,
decidí partir, resquebrajado,
con el peso de la desilusión en mi espalda.

Simplemente me fui
sin nada que acotar,
yo, el predilecto de tantos males
volví a ese suave letargo que anestesia.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Your website has a useful information for beginners like me.
»

7:36 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Your site is on top of my favourites - Great work I like it.
»

5:36 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home